Patricio “Curly” Pirani, emblema en mayúsculas del básquet cañadense, dejó su huella en importantes entidades donde, en la mayoría, se consagró campeón con ascensos incluidos. Esto, desde lo estrictamente deportivo, porque desde lo humano ni hablar. Ahora, ha decidido poner fin a su carrera, iniciada en el club Sarmiento.
Se va a extrañar tu zurda, siempre honrando tu talento, tu espíritu ganador y, sobre todo, la gran persona que sos.