Tiene 15 años, mide 1,80 y juega de base o escolta. Pero más allá de los datos, lo que define hoy a Bautista Rossetti es la ilusión. Formado en el club San Martín de Marcos Juárez, donde empezó a los 8 años, acaba de recibir la noticia que todo pibe sueña: ser convocado a la preselección argentina que se preparará para la Americup que se llevará a cabo en México.
“Me lo contó mi profesor, que podía ser llamado. Y ahí empezó todo”, dice con una mezcla de alegría, ansiedad y nerviosismo. Sabe que los días que vienen serán exigentes, que hay mucho por aprender y demostrar. Pero también siente que ya está viviendo algo especial. “Para mí van a ser entrenamientos intensos y buenos. Siento nervios por ser la primera vez, pero también mucha felicidad por participar en esto”.
Con una sonrisa tímida caracterizando a su personalidad admite que no recuerda nada de su primera práctica en San Martín. “Nunca pensé que podía usar la camiseta de la selección, pero sí me la imaginaba”, confiesa. Esa imagen, ese sueño, empieza ahora a tomar forma desde el próximo 18 de mayo.
Y si de sueños se trata, Bautista no duda: “Mis expectativas son altas, pero estoy abierto a que puede pasar cualquier cosa. Mi sueño es poder jugar en la selección argentina”.
Con esa humildad, Bautista empieza a escribir su historia como su ídolo Leo Gutierrez.
Bautista es el único jugador de los 16 convocados que pertenece a un club afiliado a la Asociación Cañadense, lo cual nos llena de orgullo.
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